Nuestro cuerpo es un lenguaje y nos propone un programa a realizar; él es entre las manos del obrero que somos nosotros, a la vez materia prima a partir de la cual obramos, así como herramienta y crisol en el que operamos. Si él es un lenguaje, el cuerpo también se expresa; el tiene un lenguaje, el del goce, y muy a menudo el del sufrimiento.
La percepción que tenemos de nuestra vida, de la realidad, de nuestra historia personal está condicionada por múltiples factores, sociales, familiares pero sobre todo basados en los ideales de nuestra mente de como deberían ser las cosas. Este modo de funcionar bloquea uno de los dones más grandes que tenemos como seres humanos, nuestra CREATIVIDAD.
Danzando Libre-Mente, nos damos la oportunidad de acceder a la infinita magia de la vida, donde todo es posible, solo tengo que Creer para Crear, infinitas realidades, infinitas percepciones de belleza y armonía.